Te quiero,
porque ya
no hay cuatro estaciones
en el
calendario.
Porque las
horas cuelgan
del
péndulo de un reloj.
Porque mi
corazón trepa
por una
catarata con aire de invierno
de
inagotable frescor.
Te quiero,
porque
eres la base de mis sueños.
Porque una
nota de piano
en los
primeros temblores de la aurora,
me lo
recuerda.
Porque más
allá de los muros
del
horizonte y de los besos,
nos
saciamos de la lluvia del mar.
Te quiero,
porque
toco las olas con los dedos
y aunque
llegue cansada y delirante,
la luna
caminará a mi lado
cuando se
acabe el día.
Te quiero,
porque sé que estarás.
© Rafi
Guerra
Derechos
registrados de autor.
Precioso!!
ResponderEliminarMuchas gracias Pepa, besos.
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