Vientos
misteriosos de los bosques,
llega
la soledad que me consume de pena,
voy
por la tarde callada,
mi
cabellera ondulada
morenos
lunares,
ramitos
de azucenas.
Tus
ojos color de cielo
una
nube preñada de tormenta,
que
el aire me lleve
donde
me esperan
sin
miedo a la noche negra.
Boca
de reina cuerpo de dama,
mis
sedas duermen
entre
el campo de espliego
y
la madrugada,
el
viento finge lamentos
solitario
el silencio,
y
le pregunto a la brisa,
¿Por
qué está mudo el silencio?
La
sed del alma insaciable,
te
busco siempre
sin
encontrarte nunca,
el
muro me presta su sombra
para
que descanse.
Tarde
de abril en los labios
el
sol pierde su adolescencia,
resuena
el espacio
rasgo
el aire, y no te encuentras.
Cierro
los ojos y me quedo pensando
antes
de hacer nada,
no
tiene final lo eterno
y
suspira el viento en mi cara.
© Rafi Guerra
Derechos registrados de autor.
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