Revientan
las palabras
en mi
garganta,
nunca
comprenderéis por qué.
Por las
pedregosas calles
caminan
sigilosas,
se
retuercen por los puentes
se
contonean por el llanto
de un
cielo desconsolado,
en la
mueca de una nube
se
sientan y esperan
a que la
ciudad esté de fiesta.
Se pudre
la ciudad
bajo los
pies descalzos,
un último
grito escapa de mi boca
por
salvar un alma,
rugen los
cristales enfurecidos,
no
quieren ocultar los abismos.
Invento
un rompecabezas
de
palabras nuevas,
las añado
al diccionario
pero no
entran,
mientras
la gente no comprenda
que hay
que entregar el alma
y se
dejen de robar los corazones.
¿Qué te
importan los flecos de unos versos,
si sigues
siendo esclavo del silencio?
© Rafi Guerra
Derechos registrados de autor.
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