Son irrelevantes
los segundos
buscando
el fruto al borde del abismo,
las caras
se retuercen sentadas
sobre las
pestañas del silencio
de una
boca que no consigue
articular
palabras.
¿Es tu
tiempo,
o es el
tiempo del bosque seco
que
quiebra entre lamentos?
Tiempos duros,
manos aún
más duras,
que no saben acariciar.
Advierto
entre las letras
renglones
vacíos,
reproches,
golpes,
crueldad.
Sobre la
almohada
de un
pensamiento coherente
necesito
creer que las palomas
serán libres
de volar
sin
marcas rojas en sus alas.
¡Te prohíbo
matar!
© Rafi
Guerra
Derechos registrados de autor.
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