Y finges que nada te da miedo.
Deseas escapar del tiempo
creando un firmamento.
Encuentras en tu tormenta
la pregunta que te hiciste
y mientras, todo sucede,
en tu mar...
en los azules de tu memoria.
Nace la vida con la lluvia,
versos que nacen entre las gotas
renglones caídos con el paso del silencio.
Pasan las aguas, volubles y espontaneas,
estallando en un paisaje que fluye
corriente arriba, volátil y esponjosa,
entre musgo y sentimiento.
Entre el aire y la tierra,
entre el claro oscuro donde te encuentras.
Nubes de mármol,
donde la nostalgia nubla el instante
del tiempo reflexivo, de la grieta que se abre,
del otoño que vivimos en cada amanecer
o con cada primavera.
Me mantengo muda hasta el próximo sueño
o hasta el siguiente latido,
en el que espero que todo suceda
para caminar por el filo de lo imposible
seco y espeso.
Un vacío absoluto, la soledad inmensa,
las olas de tu mar.
La senda imaginaria y anónima
que todos dejamos al pasar.
© Rafi
Guerra